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Competencias investigativas

Diversos estudiosos del área de la enseñanza de la investigación han compilado sus versiones de competencias investigativas, pero para el modelo transversal UVAQ se tomaron aquellas que la Comisión de Investigación de la Federación de Instituciones Mexicanas Particulares de Educación Superior (FIMPES) reconoció y adoptó en la herramienta denominada Autoevaluación de las Competencias en Investigación (Bazaldúa, y otros, 2010), a través de la cual se mide la percepción de dominio que tiene el alumno sobre los indicadores señalados. Este cuestionario ya ha sido validado, aplicado y presentados sus resultados a las comunidades académicas por diversas universidades miembros de esta federación (Comisión de investigación de la FIMPES, 2010). Estas competencias investigativas son:

  1. Búsqueda de información
  2. Dominio tecnológico (ofimática, internet, paquetes estadísticos computarizados y paquetes especializados para la investigación)
  3. Dominio metodológico
  4. Dominio para la comunicación de resultados de forma escrita
  5. Dominio para la comunicación de resultados de forma oral
  6. Habilidad para trabajar en un equipo de investigación

El modelo DECOI para la enseñanza de la investigación

Parte de la construcción del modelo UVAQ para la enseñanza de la investigación es el modelo de desarrollo de habilidades para la investigación (DECOI), que es una propuesta de metodología para la enseñanza de la investigación a nivel licenciatura, basada en el desarrollo de competencias investigativas relacionadas con los enfoques de investigación cuantitativo y cualitativo. El objetivo del modelo DECOI es integrar el quehacer investigativo como parte de las actividades normalizadas en la ejecución laboral, convirtiéndolo en un valor profesionalizante y útil socialmente (García Sánchez & Palomares Vaughan, 2013).


Una parte sustancial del contexto del modelo DECOI se fundamenta en la crítica a la herencia ortodoxa en la forma de implementar la enseñanza de la investigación, más con una visión filosófica del conocimiento que de una práctica más pragmática y flexible de la investigación como herramienta, inclinándose hacia esta segunda opción como base para en niveles superiores avanzar hacia la primera en los niveles más avanzados de la educación superior.

La formación investigativa es parte de un esquema de exigencias generacionales y de mercado que nos toca vivir este siglo XXI. La construcción de la línea incluye elementos que permiten que, como institución, aseguremos que nuestros egresados obtengan el conocimiento, habilidad y capacidad de aplicar procesos de investigación como parte de su perfil profesional disciplinar y, para lograr esta meta, la estructura curricular requiere una construcción desde cuatro dimensiones que conformarán al resultado final, donde cada dimensión se encuentra presente en las unidades de aprendizaje vinculadas a la enseñanza de la investigación, lo que implica que, aunque las competencias sean las mismas para todos los casos, se desarrollan de diferente manera y propósito.

La línea de formación transversal en el desarrollo de las competencias investigativas

La línea de formación investigativa a nivel licenciatura requirió de un rediseño curricular no sólo por competencias y por enfoques de investigación, sino también por niveles de aplicación del conocimiento adquirido, elevando en cada ciclo, gradualmente, el nivel de complejidad y de evidencia de dominio. La integración de las asignaturas de investigación en la estructura curricular se llevó a cabo de acuerdo a las fases de desarrollo académico y cognitivo de los estudiantes.

De esta manera se identifican dos momentos clave para la integración de las asignaturas en la malla curricular de los programas: la fase introductoria, como la inserción de aquellas unidades de aprendizaje cuyo propósito es de formación básica en el enfoque de investigación; la fase de especialización con las que tienen como propósito la aplicación disciplinar y de construcción de conocimiento.


Así, la línea de formación investigativa se compone por niveles de aplicación del conocimiento adquirido y habilidades desarrolladas a lo largo de 4 unidades de contenido consecutivas:

Fase introductoria:


Fase de especialización disciplinar:


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