Ensayo: El Derecho Natural en la Escolástica de Santo Tomás
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgDw5g-HlsRzU9Kf8t_rZutghThdPs0QZBYFlqNgx9n8eqp9_PB37WIjdHLP4RMXflUBREztVlqaW19blSfYQY6xbDqcRkaiDrY8EdoO7WK1bL9atBe5KODugISYjQKiE5f0Jeki39ngM7Y/s16000/escolastica.jpg)
Vimos en un mundo materialista donde el afán de poder ha hecho del Derecho un instrumento de dominio en el que en aras del “pacto social” y la fuerza del número se legisla arbitrariamente sin mayor referencia a la naturaleza de las cosas. Así, la norma abandona el concepto de justicia como aquello que responde al otorgamiento de lo suyo a quien en razón de su naturaleza tiene derecho a recibirlo, sino que, incluso, se acepta a unos y se imponen a otros, conductas contrarias a la justicia y a la naturaleza de la persona. Temas como el aborto, la eutanasia o la ideología de género llegan a adquirir fuerza como parte del Estado de Derecho, sin referencia a la verdad y los primeros principios, con la pretensión de que la ley positiva es suficiente y menospreciando la idea de lo justo jurídico.
La escuela del Derecho Natural, vinculada a la concepción de Ley Natural, lejos de constituir una pieza de museo, aparece hoy, frente a las aberraciones jurídicas de que somos testigos, como una concepción a la que debemos retornar para asegurar la convivencia armoniosa de los humanos y lograr la paz. Santo Tomás de Aquino logró una concepción del Derecho Natural a partir de los griegos y retomando el pensamiento de otros autores, que con solidez filosófica fundamenta el punto de partida de la conducta personal y de la convivencia social, a partir de la justicia fundada en los primeros principios que permiten determinar racionalmente lo bueno y lo malo, superando el subjetivismo y el relativismo que hoy prevalecen. La concepción que ofrece Santo Tomás no es cerrada, ni rígida, ni moralista.
De hecho, ha sido retomada y actualizada por distintas corrientes neotomistas como propuestas para nuestro tiempo. Conviene retomar y analizar la concepción que ofrece Santo Tomás de Aquino como basamento firme para dar respuesta a muchos de los problemas de la justicia en nuestro tiempo, a fin de avanzar en la construcción del bien común.