Ensayo: Estudio de la gestión del mercado de luminarias para espacios abiertos y alumbrado público
A través del tiempo la sociedad ha sufrido cambios estructurales derivados del proceso de tecnificación y especialización relacionado con la iluminación fuera de la que la naturaleza provee. La iluminación artificial para beneficio del hombre que se da a partir de la necesidad de aprovechar el tiempo al máximo, de hacer tareas diversas sin tener que supeditarlas exclusivamente a tiempos diurnos, dado que la naturaleza es impasible en ese proceso y el sol sigue saliendo con la misma periodicidad que hace millones de años sobre el horizonte de nuestro planeta. Por ello, el ser humano ha tenido que servirse de otros elementos para poder hacer frente a las horas en las que el astro solar “decide esconderse”.
Inicialmente la tecnología desarrollada para proveer de iluminación se derivó de la misma naturaleza, siendo ésta la que nos ha proveído de las herramientas necesarias para ahuyentar a los “demonios” de la oscuridad, y así poder continuar nuestras actividades lo más cercano a la cotidianeidad durante las horas de penumbra: el fuego en diversas formas y relacionado con diferentes materiales que lo generaban, lo proveían, lo contenían y lo mantenían activo.
Sin embargo, la luz mortecina que en el pasado nos daba el fuego dejó de ser suficiente para poder garantizar la eficiencia en las actividades del ser humano, especialmente donde se caminaba hacia las concentraciones sociales (hasta llegar a lo urbano y las grandes concentraciones) a las que propendía el hombre; por ello, en su inteligencia, buscó desde el inicio la mejor forma de aumentar esa capacidad de iluminación, y así hemos visto como se ha ido desarrollando toda una cadena de tecnología a su alrededor: fogatas, antorchas, candiles que se basaban en hacer arder el aceite de algunas plantas o grasa animal, moluscos marinos utilizados como como lámparas. Las velas son luminarias que le debemos al ingenio egipcio de por lo menos el siglo XIV a.C. Hacia la edad media aparecieron otros tipos de iluminación, como las linternas con pabilos internos y candelabros de hierro forjado.
